Bienvenido, has entrado a mi blog personal. En él encontrarás tanto mis vivencias, como mis escritos, libros de interés o el programa semanal de Luna de Cuentos que hacía cada martes en el CCF Radio (104.7 FM) y que presentaba con Toni Cruz.
Hoy vuelvo a hablar del escritor, y amigo, Ramón Cerdá Sanjuán. Como siempre, escribiré breve y previamente su biografía para aquéllos que no lo conocen aún.
Biografía del autor:
Ramón Cerdá (Ontinyent, Valencia, 1964). Escribió su primera novela a los 18 años a la par de algunos relatos cortos. Desde 1990 escribe ensayos a sus clientes de la asesoría y es en el 2000 cuando al fin se retomó su afición novelesca gracias al apoyo de su esposa. Se atreve con diversas facetas: novela negra, paranormal, erótica...
Ha escrito también varias obras de ensayo, manuales de autoayuda (como “Quiero ser novelista”), relatos cortos y varias novelas.
Novela:
Recientemente he leído su novela “Confieso” (2001), la cual, no hace mucho que ha sido traducida al Italiano (Mi enhorabuena a Ramón).
He de decir que este libro del que ahora hablaré un poco ha sido muy ágil y fácil de leer. Consta de 192 páginas. Según mi punto de vista, la más entretenida de las que hasta la presente llevo leídas del escritor. Eso no quiere decir que me haya gustado más, pues rivaliza tanto con “La habitación de las mariposas” en mi ranking particular ("confieso" que no sabría decir cuál de las dos me atrae más ya que cada una tiene su carisma propio).
En esta historia se narra la vida de varias personas, como suele hacer nuestro autor en todas las novelas que han pasado por mis ojos. No obstante, para mí, el protagonista principal y el eje central de “Confieso” es el propio autor del “Confieso” de dentro del libro: Héctor Ramos. Este hombre era un ilustre abogado de un importante bufete que acabó siendo un prestigioso y reconocido escritor. Su mujer, Eloisa –personalmente, creo que ella es la representación de lo malo y dañino–, y él –pareja desde muy jóvenes– se las dan de liberales en el tema del sexo, proponiendo así una nueva vía de escape a la monotonía.
Este medio acaba repercutiendo seriamente en sus vidas. Y ya no únicamente en la de ellos, sino en la de gente que les rodea como a Tasio, una especie de detective personal, y a Julio, un chico tímido, asustadizo y de grandes atributos.
Las situaciones amorosas que sufren llegan a ser tan complejas que terminan por entorpecer sus vidas, dando paso a unas relaciones sexuales –sobre todo las de Elosisa–alocadas, desmedidas y poco fructíferas.
Ramón lo monta y presenta todo de tal manera que se forma un bucle de desconfianza, de celos y de “pasotismo” en los personajes que los vuelve un poco psicóticos, conduciéndolos a perderse irremediablemente en el abismo de la lujuria y de la posesión, tanto carnal como psicológica. El desenlace es el que en sí te hace pensar más. Tanto es así, quea esta novela de Ramón le he sacado varias moralejas, de las cuales, diré solamente dos por no destripar el libro. Una de ellas es que antes de hacer algo, debes hablarlo, comprobarlo y pensarlo bien. Podrías ahorrarte disgustos. Otra es que si realmente amas a alguien, por tu bien, el del otro y el de terceros, no desees otros cuerpos. Puedes acabar mal.
Con esto termino este post creado cerca de las 04:00 am. Mi enhorabuena a Ramón por su novela "Confieso" y por la reciente presentada: “El príncipe de las moscas”.
Hoy he sido invitada a ir al centro"I.E.S. Averroes" para hablar un poco sobre mis vivencias literarias y mis libros.
He tenido una grata experiencia con los alumnos de primero de bachiller, que, a pesar de las horas y del cansancio, se han portado maravillosamente bien. Muchos de ellos me han prestado aún más atención conforme iba hablando -haciéndome ver así que les interesaba- y han participado a través de sus sonrisas y miradas.
Es la primera vez que no he llevado un guión escrito porque he preferido hablar y hacer algo más informal, ya que, aunque soy mayor que ellos, no lo soy mucho más. Ellos han hecho que me sienta bien y se han mostrado atentos (mis agradecimientos en particular a esas primeras filas y a algunas más). Es una experiencia que volvería a repetir.
El instituto había comprado mi "Artemis. El Origen del Mal", y ahora ya tienen las dos. Solamente queda esperar que les guste y que se animen a leer. ¡¡O a escribir!!. Me gustaría infundarle valor y energía a todo aquel joven que esté interesado en el arte (ya sea escritura, dibujo, cante, baile... o un largo etcétera). Si es su sueño, que luche por él.
Antes de marcharme, quería agradecerle al centro AVERROES, a Charo, a Maribel y al profesorado, que me hayan invitado. Así he tenido la oportunidad de visitar ese maravilloso instituto. Gracias también a los alumnos asistentes por su atención y por el precioso detalle del ramo. Ha sido un placer ir a un sitio donde el trato sea tan formidable.
El día 16 de este mes, por la noche, fui al concierto de un cantante que previamente me había invitado gracias a las redes sociales. Fui con la curiosidad que conlleva el no conocer mucho sobre este tipo de eventos al ser más de presentaciones de libros -y hay que decir, que cada una es única-. Me llevé una grata sorpresa al tener en persona a David Blue. Puedo decir que, además de pasármelo fenomenal, me encantó la música y el ambiente. Me atrevería a confirmar que creo que ha nacido una amistad.
David Blue y yo con su CD y mi novela.
Y, como dije en "Campanas de Córdoba", copio aquí para que podáis ver lo que pensé y pienso:
"El concierto estuvo fantástico. Muy íntimo y dicharachero. El cantante, y ahora amigo, David Blue, tiene una voz muy particular que desprende GARRA y fuerza, cosas que, junto con el amor, nos hacen bastante falta para afrontar los nuevos retos del tiempo en el que vivimos. David Blue creo que va a dar guerra, a la vez que va a rebentar las cuerdas de su guitarra con, y por, el arte que tiene. Su peculiar voz y sus letras envolvieron a todos los espectadores, a mis acompañantes y a mí. Es una persona que merece la pena ser vista en vivo. Digo sinceramente, que si su disco está bien, en directo es mucho mejor, ya que, a parte de una singularidad y una personalidad bien definidas, él te hace sentir bien y pasar un buen rato".
David Blue y Rafa Ortega.
Su original single:
Con unas últimas palabras a David despido mi post de hoy:
Hoy quería dedicarle un poema a mi prima más pequeña para agradecerle el apoyo que me da cuando le cuento mis logros y por todo lo que ambas compartimos(cariño, sonrisas, momentos buenos, malos, amigos, aventuras...).
A veces -aunque me de pena decirlo- ella es una de esas pocas personas que me regalan sonrisas sinceras cuando le cuento algo que me alegra. Le veo la ilusión en el mirar, y eso no lo demuestran tantos como querría.
Va por ella, por lo que la quiero:
Musa dorada:
Mi pequeña musa dorada,
fina y suave cual hada, princesa de cabellos dorados,
y de dientes perlados, por tantos años convividos, por tantos momentos ocurridos, quería mi afecto demostrarte
Hoy os presentaré el último cuadro que pinté para mis primos Silvia y Juan. Más que pretender ser realista, lo he querido hacer metafórico. En un mundo de fantasía como es mismamente en el que vivimos, pues de sueños, esperanza y amor vive el hombre. He querido reflejar a la pareja en la mariposa. El tema de blanco y negro ha sido porque en los tiempos que vivimos, hay oscuridad. Por ello, con luz y negrura jugué. La luna refleja el camino al amor, a la fe en el mañana, el futuro por el que luchan. Así pues, la mariposa, a pesar de la oscuridad que pretenda envolverla, siempre estará iluminada por ese cálido sentimiento tan al que llamamos amor. Les deseo lo mejor.
Este óleo, que consta de dos partes, lo hice saliéndome de mi típico estilo que "pretende ser realista", siendo así una creación nacida de la imaginación y de la explosión de colores mezclados con el negro. Fue el regalo de bodas para mis primos: Bea y Aroca; con mucho cariño.
Por petición de muchas personas, subiré gran parte de lo que se dijo en el acto de la presentación de mi segunda novela: "Artemis. El Origen del Mal". Siento el retraso.
Primero comenzó por abrir el acto la directora de mi centro de estudio: Dª Mª Isabel García Cano.
Luego cedió la palabra a Dº Juan José Primo Jurado, subdelegado del gobierno y concejal delegado del Patrimonio y Casco Histórico de Córdoba.
A continuación, hablóD. Julio Merino, periodista, escritor y ahora editor, mi editor. De éste pondré sus palabras por escrito, ya que no hay vídeo disponible en internet, al igual que, por último, también escribiré de igual modo mi discurso final.
JULIO MERINO:
Señoras y señores, como viejo que soy (y ya saben que los viejos somos más pasado que futuro) me van a permitir que antes de hablar de María del Pino les cuente unas "batallitas" del abuelo. El abuelo, naturalmente, soy yo.
El año 1967 yo era Redactor Jefe del "Diario SP" y por allí aparecía cada mañana nuestro reportero estrella Antonio D. Olano para entregar sus trabajos. Con él venía casi todos los días un joven muy simpático, muy alto, muy delgado, muy bien vestido y, eso sí, poco hablador. Mientras Olano y yo repasábamos sus folios, aquel joven no paraba de tararear alguna canción acompañado de los nudillos de su mano derecha. Un día le pedí que cantara la canción que estaba tarareando y ni corto ni perezoso se puso de pie y comenzó a cantar. Al terminar, las chicas y chicos que había en la redacción y en el taller, que estaban juntos, no pudieron evitar un aplauso general.
Aquel día yo intuí que aquel joven tenía futuro y le di instrucciones a mi colaborador Antonio D. Olano para que le apoyara y le ayudáramos a triunfar. Desde aquel día Antonio D. Olano le sacaba en sus páginas un día sí y otro también. Y tal vez gracias a aquel empujón que le dimos desde el "Diario SP" aquel joven ganó poco después el festival de Benidorm.
Aquel joven se llamaba Julio Iglesias.
Algunos años después, siendo yo ya subdirector del periódico "Pueblo" un día el director, Don Emilio Romero, me presentó a un muchachuelo recién llegado de Cartagena y me dijo: "Merino, este muchacho quiere ser periodista. En tus manos lo pongo. Hazlo periodista".
A aquel muchacho lo senté a mi lado y durante año y pico le fui enseñando el oficio de periodista. Muy pronto me di cuenta que aquel muchacho escribía muy bien y le fui encomendando pies de fotos, corrección de textos y algunos artículos.
Un día el muchacho se presentó con un manuscrito debajo del brazo y me pidió que leyera lo que había escrito y le diera mi opinión más sincera. Y así lo hice. Aunque le dije: "Muchacho, creo que lo tuyo más que el periodismo es la novela. Escribe novelas y te harás famoso”. No me hizo caso y se hizo un gran periodista. Sin embargo, años más tarde, me envió aquella novela ya publicada y desde entonces no ha parado de publicar novelas de grandes éxitos.
Aquel joven llegado de Cartagena se llamaba y se llama Arturo Pérez Reverte y la novela “El maestro de esgrima”.
Fue otra intuición. Tal vez la intuición que siempre he tenido para descubrir a la gente que vale o tal vez porque sin saberlo he pertenecido y pertenezco a la estirpe que Ortega bautizó como "los premonitores cuánticos de sueños realizables". O sea, la de aquellos que tienen el don natural de adivinar los tesoros literarios escondidos.
Pues, ESA INTUICIÓN ES LA QUE HE TENIDO CON MARÍA DEL PINO.
He intuido que esta joven (¡si solo tiene 23 años!) lleva dentro una gran novelista y que a no tardar mucho (y así lo profetizo) será un “boom” a nivel nacional. Y digo novelista y no escritora, porque escritor puede ser cualquiera, pero novelista sólo pueden serlo los que nacen “tocados” por los Dioses. En la cabeza de María del Pino hay un volcán de imaginación (de aquella imaginación creadora de la que hablaba siempre mi admirado Don Miguel de Unamuno). Un volcán que sólo acaba de entrar en erupción (ojo, y repito, que sólo acaba de entrar) y cuando de verdad explote por su pluma arrojará mucho más que lava y fuego, ya que mi olfato me dice que en el interior de ese volcán hay plata, oro y diamantes. También quiero decir y digo que su formación cultural es escasa, que apenas si ha leído a los grandes novelistas y que todavía incluso se le escapan algunas faltas. Si todavía no distingue bien las diferencias que hay entre una “rotura” física y una “ruptura” espiritual, o “revelar” un secreto de “rebelarse” ante una injusticia, o la que hay entre el “rapto” y el “secuestro”.
Por ello en las primeras conversaciones que tuve con ella (hace tan sólo dos meses y medio que la conozco) le recomendé que se pusiera a leer como una loca y a estudiar hasta que le salieran callos en los codos. Que leyera a Dostoyesky, a Balzac, a Sthendal, a Flaubert, a Dikens, a Galdós, a Baroja, a Valle-Inclan, a “Azorín”, a Blasco Ibáñez, a Valera, a Hemingway, a Pearl S. Buch, a Sinclair Lewis, a Jhon dos Passos, a Jhon Steinbech, a James Mitchener y otros. O sea, a mis amigos nocturnos de toda la vida.
Bueno, pues ahora que ya he leído su primera novela (“Más de un mañana”) y esta segunda (“Artemis. El origen del mal”) que hoy presentamos en sociedad, he cambiado de criterio y hoy le recomiendo todo lo contrario: que no lea a nadie, que no escuche a nadie, que abandone los estudios y se coja cinco años sabáticos o al menos hasta que gane el “Planeta”, que lo ganará, y que se encierre en un monasterio y se dedique única y exclusivamente a escribir las novelas que lleva en su cabeza. ¡Porque para eso, creo yo, ha nacido María del Pino!. Si lee a los grandes le puede pasar lo que a mí, que cada vez que terminaba una novela de Galdós, de Dostoyesky o de Mitchener se me quitaban las ganas de escribir novelas. Y acomplejado cerraba la máquina y me iba al periódico.
Y en cuanto a los estudios. Miren ustedes, licenciados universitarios hay la tira, profesores de Institutos o Universidades hay más tira, y un título se puede sacar a una edad cualquiera.... Si hasta una tesis doctoral se puede comprar en el Rastro, y lo dice quien durante un tiempo vivió en Madrid escribiendo como “negro” tesis doctórales para niños vagos y ricos. ¡Y mucho más fácil es conseguir un doctorado “Honoris Causa”!. Eso se consigue con lo que cuesta un cupón de ciegos. ¡Ah, y que no se me olvide, un sillón de la Real Academia de la Lengua se compra o se vende al mejor postor!. De ahí mi lema: “Menos licenciados en el paro, menos profesores, menos doctores, menos académicos y más novelistas”. Porque esta “niña”, mal estudiante por lo que sé, tiene más imaginación, por lo que ya he leído de ella, que mil profesores y doctores juntos. Y no digo esto a tontas y a locas. Porque ahí tenemos a Galdós, el más grande de todos, como ejemplo. Galdós llegó a Madrid en 1862, con 19 años, y rápidamente se matriculó en la Facultad de Derecho, porque la familia quería que el muchacho fuese abogado. Pero a Galdós le duraron poco las clases de la universidad, porque según él la Universidad no enseñaba lo que él quería aprender. Y dejó de asistir a clase y por ello 5 años después lo borraron de las listas y lo expulsaron. Fue una suerte para el canario, porque entonces es cuando se decidió a escribir las miles de historias que llevaba en su cabeza. En 1870 ya publicó con un éxito increíble su primera novela (“La Fontana de Oro”) y entonces tomó la decisión que le haría grande. Se encerró en un pisito de la plaza del Carmen de Madrid y apenas sin salir (sólo salía para comprar cuartillas y tintas, o viajar a los lugares donde iba a situar sus novelas), y en menos de diez años se escribió las dos primeras series de los “Episodios Nacionales” (20) y además y para no aburrirse cuatro de sus grandes novelas.: “Doña Perfecta”, “Gloria”; “ La familia de León Roch” y “Marianela”.
Ironías del destino, Galdós es hoy una de las páginas más brillantes de la Historia de España y una cumbre de la Literatura Mundial. ¡ y nadie se acuerda hoy de aquellos profesores que lo expulsaron de la Universidad o de que Galdós no pudiera colgar en sus paredes el título de abogado!. Tampoco Cervantes necesitó un título universitario para escribir "El Quijote". Lo cual no quiere decir que la cultura y el estudio y los títulos sean un estorbo. Lo que quiero decir y digo es que al coche sólo hay que echarle gasolina cuando se queda sin gasolina.
Bien, pues dicho esto no tengo más remedio que hablarles de la novela que hoy presentamos: “Artemis. El Origen del Mal”, o sea, la segunda de “ La trilogía de Córdoba”. La primera, como saben fue “Más de un Mañana” y la tercera sólo está, todavía, en la mente de María del Pino. Aunque antes me gustaría decir algo sobre la construcción de las novelas que escribe María del Pino.
En mi criterio, María tira una piedra a las aguas tranquilas de un lago, que inmediatamente va produciendo círculos, de dentro hacia fuera. El primer circulo lo llena con la descripción de los personajes protagonistas; el segundo, con los amigos y el ambiente en el que viven; el tercero con la ciudad donde viven y el cuarto el marco histórico en el que se producen los hechos.
Sobre esto último quiero aclarar que las novelas de María no son novelas históricas, ya que María se limita a dar unas cuantas pinceladas impresionistas (a lo Van Gogh) que sitúan muy bien al lector en la época y en la ciudad. No necesita más. Yo mismo habría metido cien cosas de aquella Córdoba que ya espera a Fernando III y, claro, habría aburrido al lector. Tampoco son biografías Históricas noveladas, ya que los personajes son fruto de su imaginación.
Y no son novelas de tesis (filosóficas, religiosas o políticas, que es lo que hacen hoy muchos). María huye de esos rollos y va conduciendo al lector a la historia que quiere contarles.
En cualquier caso, sí, y tal vez sin ella misma saberlo, podría hablarse de novela psicológica, pues como Don Juan Valera, no sólo describe los personajes hacia fuera sino también hacia dentro y el lector puede saber lo que piensan y lo que sienten esos personajes (en este sentido recuerda “Pepita Jiménez”). En realidad, son novelas de amor, con la inocencia virginal de aquellas de Corín Tellado, la técnica narrativa de Agatha Christie y las "pillerías" de Gustavo Flaubert en su famosa y maravillosa "Madame Bovary". Pero, el amor en las novelas de María del Pino tiene un significado muy especial. El amor para María es esa fuerza interna capaz de redimir el mal. Artemis, el sanguinario, el asesino, se transforma cuando se enamora y por amor es capaz de volver a ser el que fue. Artemis, enamorado, vuelve a ser el Alejandro que fue de niño. El amor le transfigura. Lo que recuerda la transfiguración que sufre Jesús en el Huerto de los Olivos cuando decide dar su vida por los hombres. Maria, quizás sin darse cuenta, instintivamente, vuelve al amor divino, tan desfigurado y perdido en estos tiempos que vivimos. Pero, cuando desaparece la mujer amada, Alejandro vuelve a ser Artemis, aunque todavía más salvaje. Es el milagro del amor. Demasiado para una "niña" de 23 años y sin estudios. Sus primeras novelas me han recordado las dos primeras de Dostoyesky: “Pobres Gentes” y “Noches Blancas”.
Así fue, “Más de un mañana” pero, en esta segunda, tal vez ya con más experiencia hace algo inaudito. Tira otra piedrecita a su lago y comienzan otra vez a expandirse los círculos. Así saca uno de los personajes de “Más de un mañana”, el más odioso, el más cruel, el capitán de la guardia del jeque árabe, y se remonta en su vida buscando el origen del mal hasta que lo encuentra.
Y ahí se produce el milagro, ese milagro que sólo pueden hacer los “tocados” por los Dioses. Porque María va mostrando al lector como había llegado Artemis a ser un asesino y porqué.
Y entonces comienza el cambio en el propio lector. Si en la primera novela ha hecho de Artemis un personaje odioso, en esta segunda siamesa, Artemis llega a caer hasta simpático. Hasta el punto que al final de la novela al lector casi no le gusta que muera (aunque tiene que morir).
Y no hablo más porque lo importante de María del Pino no son los argumentos (es más, yo les aconsejo que arranquen la lectura de las novelas por el final) sino cómo desarrolla y escribe la novela. Y sobre todo los diálogos entre los personajes (por estos diálogos he deducido que Maria del Pino podrá ser también una gran autora para el teatro en cuanto se lo proponga y aprenda la carpintería teatral o una gran guionista de cine y televisión). En este sentido me recuerda al canario Vázquez Figueroa, pues novela que escribe novela que le llevan al cine.
Señoras y Señores. Sólo les puedo decir que estamos ante una novelista genial, que si no se desvía de su camino – y hace lo que hizo Galdós- dará días de gloria a las letras cordobesas y a las españolas. Como muy bien dice mi viejo compañero y experto crítico literario, Lucio Séneca, en la contraportada del libro.
Por eso me duele- y aprovecho la ocasión para decirlo por estar aquí presente un ilustre concejal del ayuntamiento de Córdoba, mi buen amigo Juan José Primo Jurado- que las autoridades culturales de esta ciudad que tanto ha luchado por hacerla Capital de la Cultura en el 2016 no encuentren medios económicos para ayudar a estos jóvenes talentos que, como María del Pino Pozo, tienen que trabajar en una pizzería para poder publicar su primera novela. Está bien que el Ayuntamiento se gaste en una sola noche 600.000 euros por plataformar el flamenco (también la "Noche del Flamenco" es cultura, yo no lo niego) y no haya dinero para ayudar en los difíciles momentos del arranque del camino a esos posibles valores. Es una pena. Cómo es una pena que Córdoba ocupe el ultimísimo puesto en el ranking de lecturas de toda España. Claro que esto no es nuevo, ya que Averroes escribía hace 855 años algo sorprendente: “El mayor problema de Córdoba es que sus gentes no leen, aunque, eso sí compran muchos libros como adorno de sus bibliotecas”. Esperemos que la tercera de la "Trilogía" supere las dos primeras. De ello estoy seguro.
Y termino. No sin decir algo muy personal, que yo que he publicado más de 100 libros y escrito mas de 10.000 artículos, sólo he sido capaz de escribir cuatro novelas. ¿Y por qué?. Porque rápidamente me di cuenta que yo no había nacido novelista. Por eso envidio a María del Pino. Porque ella sí ha nacido novelista. Y por eso pido un gran aplauso para ella.
Muchas gracias y buenas noches.
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Ahora escribiré mis palabras(sin mis típicas coletillas del momento, claro). Esta vez leí más porque al ver tanta gente me puse muy nerviosa y preferí leer a tartamudear. Aquí va:
Muy buenas noches a todos.
Gracias por venir a la presentación de mi segunda novela.
Me ha sorprendido gratamente que haya tanta gente: familia, amigos, compañeros, profesores, escritores... etc.
El caso es que quería agradeceros a todos por estar conmigo en este acto, dándome ese apoyo tan grande.
Como la vez anterior, a últimos de febrero, me gustaría comenzar por agradecerle a todos los que han hecho posible estar esta noche aquí presentando mi segunda novela. Por lo que empiezo por esta mesa:
Así que, primero, quería agradecerle al centro y a Maribel por prestarme tanta ayuda con este tema tan importante para mí.
Gracias a los profesores, compañeros y personal del instituto Góngora por su colaboración.
De Maribel ya no puedo decir nada más que no haya dicho ya, por lo que no me voy a volver pesada reiterando. Simplemente decir que “es un honor haberla conocido y gracias de corazón.”
También quiero darle las gracias a Juan José, pues ha sido todo un honor que haya venido y esté a mi lado.
Estoy muy agradecida por todas sus palabras y, sobre todo, por compartirlas con mi familia, amigos, compañeros y demás personas que estamos aquí. Sé que todo lo que le diga va a ser poco, pero quiero que sepa que, aunque me repita, me siento muy agradecida. Gracias Juan José.
Ahora me ha llegado el turno de dirigirme a usted, Merino.
Recuerdo que una mañana, Toni Blanco, fotógrafo del diario CÓRDOBA -que se encuentra aquí. Gracias por venir-, me mostró vía FaceBook su carta ilustrada en el periódico. Me emocioné. Fue algo que no me esperaba. Luego, quise contactar con usted, pero se me adelantó. Le mostré mi segunda novela terminada y no ha parado hasta verla publicada. Por eso, por sus consejos respecto a la vida de escritora y por su difusión, quería darle las gracias y decirle, que como usted dice que es un elefante que ha venido a su Tierra, yo soy otro que no se olvida de los que le han ayudado, así pues, seguiremos viéndonos con los demás y hablando en su despacho de “La antigua Calle la Plata” por siempre. GRACIAS JULIO.
AHORA ME SALGO DE ESTA MESA para dirigirme a aquéllos que han puesto su granito de arena para que esté hoy aquí.
Quería agradecerle a mis guapas, estupendas y maravillosas azafatas, fotógrafa -y azafato-, Sara, Daniela, Carmen, Ana, Elena y Javi, por su ayuda, pues sin ellos, esto hubiese sido un CAOS.
A Marcos Y. Jiménez Hidalgo, por su entrevista en contraportada en el diario Córdoba, ya que, gracias a él, conocí a Julio y hemos llegado hasta aquí.
Gracias a mi familia, amigos, a mis niños del IES Grupo Cántico, a mis nuevos “compis”, etc, por ayudarme y estar aquí.
Gracias a Rafa Luque por releer conmigo mi novela y por su entusiasmo.
Entre TODOS los presentes debería dar muchos agradecimientos más, pero me podría tirar horas y horas, por lo que ya seguiré personalmente, en los libros, etc.
¡¡ESO SÍ!! ¡¡ESO SÍ!! No me voy a olvidar de un BUEN AMIGO MÍO. Y es que cada vez que necesitaba una fotografía, ahí estaba él. Sin dormir, horas bajo el sol... Esas cosas son de agradecer. Además, es el que me ha sacado la foto de la solapa, y encima, juntos, hemos hecho la portada con cariño. Yo con la idea que quería plasmar y él, sacando la foto y con su arte en el photoshop. Pero ya no sólo ha trabajado duro conmigo en ella, en el reportaje bajo el sol cordobés, en los marcapáginas y en la contraportada, sino que también me hizo un poster y hoy está aquí de fotógrafo.
Por eso, me gustaría que su esfuerzo y amistad fuese recompensado con calor humano. Así que me gustaría darle las gracias aPaquito, junto a un fuerte aplauso, por favor.
GRACIAS A TODOS POR TODO
Terminado ya este apartado, me adentraré en la novela en sí. De ella ya han contado algo y no voy a decir nada más sobre su argumento. Sólo algunas cosillas desde mi punto de vista.
EMPEZARÉ POR “CÓMO SURGIÓ LA IDEA”:
No sé si a los demás escritoresque estáis aquí presentesos pasará lo mismo que a mí o no, pero una vez que meto a un personaje en la historia, ya me sé previamente toda su vida, es como un flash back que me da de su pasado, por lo que tan sólo tengo que desarrollar la novela con la que estoy, lo cual, es dejar fluir la imaginación viendo a través de los ojos del personaje principal todo, es decir, como si fuese él.
Con esto quiero decir, que cuando escribía “Más de un Mañana”, ya conocía lo principal de esta novela que ahora presento. Sabía su calvario, su pesar, su locura y su desequilibrio emocional, pues en esta novela descubriréis a un personaje bipolar. Una parte buena y otra malvada. Lo que sí es verdad es que no me imaginé que acabaría escribiendo sobre él. Incluso podría decir que tengo una anécdota sobre el título que afecta a la realidad, aquí en nuestro mundo carnal y no literario.
“Artemis. El Origen del Mal”, Origen, Mal... Pues con estas dos palabras resumo que este libro explica lo que ambas dicen. Pero también otra de las razones es que nació de mi dolor, es decir, de un origen maligno. Y ahora cuento. Estaba escribiendo Más de un Mañana, en el que pensaba poner solamente al malvado Umara, pero cuando apareció en mi mente y en el transcurso de la historia, Artemis, me levanté frustrada por su vida, y no me preguntéis cómo, pero me di un buen golpe en el talón, por lo que estuve cojita una semanita. Así que es un título que le va muy bien, pues el personaje, podría decirse que salió de la realidad para vengarse de mí por la vida que le he dado, aunque yo más bien diría que la he vivido de la mano con él.
La cuestión está en que al terminar "Más de un Mañana", me puse a escribir otra novela totalmente diferente (ya que es de fantasía), pero tras la presentación de la primera, tuve que detener la fantástica para contaros la que hoy presento, pues creí oportuno que todos conocierais su vida para no dejarlo como un simple ser despreciable y sin corazón. Quería explicaros EL ORIGEN DE SU MAL, de su locura infame.
Como dije la vez anterior, reitero: “No soy historiadora, ni tengo carrera, ni soy muy inteligente o superdotada. Soy una simple y normal estudiante de Bachiller que quiere seguir aprendiendo”, por lo que si tengo algún fallo, pido disculpas. También hay cosas que digo para que la inmensa mayoría de la gente, e incluso yo misma, entienda y nos sean más familiares. Un ejemplo de ello es cuando hablo de colores. Digo “blanco roto”. Seguro que en esa época no se decía ni de broma, pero si digo simplemente blanco, podéis imaginar el puro y no quiero que sea así. Mis novelas son para entretener, o por lo menos, eso intento y deseo.
Respecto a “Don Fernando”, que sería el cierre de la futura trilogía, digo más de lo mismo. Me conozco su vida, por lo que por petición de algunas personas, he decidido comenzar a escribirla para así tener la “trilogía” del Amor en Córdoba, como bien dice Julio que solía hacer Don Pio Baroja, de cuya persona he adquirido el apellido para dárselo a un personaje.
No hablaré mucho de este tema, pues no es ni su día ni
aún puedo decir gran cosa ya que la he comenzado a escribir.
También me gustaría decir que CÓRDOBA, por H o por B, siempre quiero que salga reflejada en mis novelas.
Ahora quería leer unas dos o tres cositas.
Me gustaría leer el prólogo.
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Ahora que los veo salir corriendo de esta habitación, de la mano, tras sus mutuas miradas de amor, parece que me percato de todo el mal que he hecho en esta terrenal vida.
Hoy arderé, pero mañana lo haré en el infierno. Me quemaré y pudriré allí si es que por mis pecados no me preparan algo peor.
Intento incorporarme inútilmente para al menos, ver si logra huir o las llamas la devoran junto al maldito Castellano. «Maldito, pero le envidio...», pienso mientras contemplo las llamas acercarse a la habitación por la puerta abierta y deseo que ojalá ella viva, porque tiene esa esencia, la esencia de la alegría y el coraje, al igual que... No sé si merezco mentar su nombre...
De todas formas, rezaré, si es que de eso sí me acuerdo...
El humo adentra y me cuesta respirar un poco, me toco el pecho y lleno mis dedos de sangre, de mi propia y sucia sangre. Voy a morir y lo sé, por lo que pienso en todo lo que ha sido mi vida hasta el día de hoy, cuando al fin, alguien me ha frenado...
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Espero que os haya gustado y os anime a leer la historia completa.
Y ahora, aunque no tiene mucho que ver, quería compartir con todos un poema que escribí con 14 o 15 años y he retocado ahora un poco. Esto es lo que os conté la vez anterior sobre que dejé de escribir porque eran poemas muy oscuros y sombríos. Ya lo tengo en derechos y solo espero tener algunos más para poder lanzarlos en recopilación. Por lo que ahora, os pediré que cerréis los ojos, dejéis la mente en blanco y me escuchéis, pues vais a ser los primeros en conocerla.
“Niño que llora”
Niño que llora es niño que sufre,
sufre cuando llega su padre,
llega gritando y pegando voces
tan crueles como atroces.
Primero escucha a su madre,
luego un fuerte golpe.
El niño llorando permanece
mientras el padre, de ella, no se compadece.
Un silencio denota que va acabando,
pues el llanto de ella ha ido cesando.
El temeroso niño espera y espera
a que su madre se acurruque a su vera,
como todas las noches que él borracho llega.
Se escucha la puerta,
y el niño se inquieta.
No son los pasos de quién adora,
por lo que el niño tiembla y llora.
Se esconde bajo la cama para que no lo encuentre,
pero éste lo saca vilmente.
Pide por su madre,
sin embargo, el padre,
le dice, mientras le pega, que deje de llorar,
que cese o lo va a matar.
Entonces, cuando ya le termina de golpear,
al fin, la casa se digna a abandonar.
«Mamá, ¿dónde estás?»
Con su carita llena de sangre la va a buscar
pensando dónde estará su mamá.
El niño la busca llorando,
y cansadito va caminando.
Se desespera porque no la encuentra,
se desespera allá donde entra.
Bajando las escaleras, en la barandilla,
ve algo rojo, un rojo desagradable.
Entonces, en la cocina, encuentra a su madre.
«¡Mamá, mamá!»
Ella no contesta a su llamada incesante,
y encima, ve a su lado un objeto pinchante.
«¡Mamá, ya te puedes levantar! ¡Él se fue!
Ya estamos a salvo, ¡levántate!»
El pobre niño le da la vuelta a su madre,
y con sus manitas en la cara,
descubre que tiene mucha sangre.
Más y más llora,
pues no despierta quién adora.
Por su tierna inocencia
no sabe el grado de esa violencia.
No le hace ver que ella está muerta
y aterrado está de que se abra la puerta.
«¡Mamá, mamá, despierta antes de que llegue el día!
¡Despierta y lléname con tu alegría!»
La puerta al fin se abre
y siente miedo por su madre,
pues puede él llegar
y a su mami volver a pegar.
Lleva horas junto a ella, llorando,
mientras que con sus manitas la está abrazando.
Quiere esconderse,
siente mucho miedo,
pero por su tierna madre,
saca fuerzas para enfrentar a su padre.
¡Qué milagro! Es su vecina
que lentamente se dirige a la cocina.
Al escuchar los gritos de anoche
vendría con su llave a echar el reproche:
«Denuncia, mujer. Debes largarte,
o cualquier día va a matarte»
Pero esa fatídica mañana descubriría,
que ya su consejo no valdría.
Pues con las manos en la cabeza,
al verla, se pone a llorar con fuerza.
El niño le explica que su madre no despierta.
Le pide ayuda.
Ella lo acaricia suavemente
y le explica algo que no cabe en su pequeña mente.
Le dice que está muerta,
que ya no despertará,
que ahora, tal vez, en el paraíso se hallará.
El niño, derrumbado, llora,
y al cielo con las palmas por ella implora.
La herida que le ha hecho es grave,
pero para él, la más intolerable,
la que nunca olvidará
y jamás perdonará
a ese cruel hombre llamado “padre”
es haberle quitado a su madre.
María del Pino Pozo.
Gracias, espero que os haya gustado y que comrendáis por qué dejé de escribir. Me daba un poco de "grima" ecribir estas cosas a esa edad. AVISO DE QUE NO ES TRÁGICO TODO LO QUE ESCRIBO. A mí me gusta escribir sobre el amor, el misterio e incluso la fantasía. Todo muy variopinto. Solo que hoy este libro y este poema nacieron de imaginar la TRAGEDIA. Por eso, para no dejaros un mal sabor de boca y porque mi España lleva en su seno, la ciudad que yo más quiero, leeré algo más breve y corto.
"A córdoba, mi linda amada"
¡Oh, anhelada patria mía
que llenas mi vida de alegría!
¡Oh, mi tierna Córdoba que brotas
de letras y espadas desde épocas remotas!
Tierra mía, linda amada,
déjame llenarte de plata y oro
oblígame con tu mirada,
a decirte cuánto te adoro.
De tu coronado río nací
allá cerca del Guadalquivir. Adentré mi alma a tu altar
y allí cree mi propio hogar.
Entre tus murallas crecí
y determinante puedo decir,
que sin ti no lograría vivir.
Entonces por eso,
te recito este verso.
Tierra mía, linda amada,
déjame llenarte de plata y oro
oblígame con tu mirada,
a decirte cuánto te adoro.
Déjame llenarte de amor
y oblígame a darte mi calor.
Ahora, como la vez anterior, quisiera hacer una metáfora. Pero en esta ocasión no será sobre mi vida, sino sobre la portada, pues diré que tiene significado, ya que Artemis es una rosa con espinas en manos de una mujer.
Y con esto termino mi longevo discurso, espero que no os lo hayáis pasado tan mal y, a poder ser, hayáis disfrutado.
¡¡¡¡MUCHAS GRACIAS POR VENIR!!!!
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Muchas gracias por llenar aquel día 5 de octubre de 2011 el salón de actos del I.E.S. Luis de Góngora. Fue algo muy gratificante el hecho de no solamente ver a amigos, compañeros, familia o escritores, sino observar caras desconocidas que me apoyaban. Fue todo un honor compartir algo tan importante con todos.