A ti, mujer...
Mujer
Porque yo te quiero a ti, mujer. Quiero tus ojos, tu pelo, tu risas y caricias. Porque yo solo te deseo a ti, mujer, madre de mis hijos, musa de mis sueños, reina de mi corazón. Y es que más que a ti, no amo a nadie, mujer, Diosa de mi vida, dueña de mis desvelos... Dama que mis llantos ve, que mis miedos espanta y que mi amor por ella realza. Te adoro a ti, mujer, por tus riñas y tu piel, por tus enojos, por tus reproches, por todas y cada una de tus noches a mi lado. Y es que, como yo te añoro a ti, mujer, no lo hace, ni lo hará, nadie. Porque tus pupilas me dan visión de realidad y futuro, porque tus manos me dan de comer y de beber, porque... igual no hay ninguna que me haga sentir que, como tú, solo hay una. Tú, mujer, única y sincera, amor que me dio la vida y que, a su lado, me vio crecer como un hombre enamorado.
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Por María del Pino.
Libro: Relatos Profanos.
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