En este moderno y carismático "restaurante arrocería" encontraréis eficiencia y buen comer. Como opinión personal de una cliente que ha salido gratamente satisfecha, si tuviese que quedarme con algo (sin contar con la comida, por supuesto), me quedaría con dos cosas: con el excelentísimo trato al cliente y el olor que emana el "local". Es increíble. Nada más entrar, te reciben con una sonrisa y te acompañan a tu mesa. Lo curioso (desde que entras hasta que te sientas) es el aroma del entorno. Huele estupendamente bien. Y no a comida precisamente. Es una fragancia dulce.
El trato, ya digo, también me ha dejado un "buen sabor de boca" a su manera. Te hacen creer que eres el único cliente de allí (y no es así, puesto que, por norma general y lo que he visto, hay que reservar mesa. Se llena)
Hablando de la comida... Si todo tiene la misma calidad, es un lugar recomendable 100%. Y el precio... Hay de todo.
La paella "El Señorito", que ha sido la que he pedido, estaba en su punto y cargada de sabor. Pepe Sanchis está claro (para mi gusto) que entiende de cocina y que en su carta, las palabras que la inauguran, son correctas y muy acertadas. Si no recuerdo mal, era algo parecido a: "Mi maestro siempre decía que nunca debía darle de comer a nadie lo que yo no fuera capaz de comer". Si no eran esas palabras, como ya he dicho, algo parecido. No he logrado retenerlo en la memoria. Lo siento.
Particularmente, me han sorprendido las croquetas de arroz con gambas y queso. Tienen un sabor y una textura genial. Si sois de croquetas, animaros a pedirlas y degustarlas.
Aunque es una arrocería, tiene más variedad. Recomiendo a todo cordobés, o visitante, acudir a este lugar.
Algo más específico sería decir:
Baño: notable.
Servicio: rápido.
Calidad: excelente.
Limpieza: máxima.
Limpieza: máxima.
Trato: el mejor recibido hasta ahora.
C/ Naranjal de Almagro, 12 (por la Avd. Aeropuerto)
CP 14006 Córdoba
CP 14006 Córdoba
Mis felicitaciones a Pepe Sanchis y a su equipo. Habéis hecho un comienzo de aniversario inolvidable. Además, con detalle incluido. Gracias.
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Por María del Pino.