El ladrón de almas

El ladrón de almas

lunes, 29 de septiembre de 2014

Saga: El ladrón de almas, de María del Pino (vídeos personajes: inspector Ruiz e inspector Guerrero).


El inspector Ruíz y el inspector Guerrero (agentes de ECLA) han decidido hablar y presentarse en la web del ladrón de almas con estos vídeos:

(Textos adjuntados bajo cada vídeo para mayor comodidad)







Inspector Ruiz:






Papeles por aquí... Papeles por allá... ¡Mierda! ¡Papeles por todos lados! Guerrero me ha debido de estar registrando de nuevo...
-¡Aquí está, Proyecto Z!
Soy el inspector Ruiz, agente de ECLA. Desde que nací, vivo por y para la entidad. Mis padres fueron asesinados cruelmente cuando yo solo era un niño al que casi no le interesaba nada de esto . Sacaba sobresalientes, tanto en el colegio como en la academia de ECLA, porque desde que tengo uso de razón estas cosas son para mí bastante sencillas, pero sobre todo, porque lograba ver una sonrisa en ellos. Creían que aprobaría el examen de inspector sin tener que pasar por los niveles inferiores y así fue.
Reconozco que en principio, no le ponía la pasión que le pongo desde que he comprendí la seriedad del asunto, del fin que ECLA tiene. Sobre todo, ahora que he aprendido en mi propia carne lo que significa la pérdida de nuestros seres más queridos a manos de los ladrones de almas...
A veces, reconozco que puedo parecer, o soy, demasiado chulo. En ocasiones puedo hasta verme un poco engreído. Lo sé. No me importa. Quizás lo sea por naturaleza. O, tal vez, se trate solo de una coraza mal colocada...

-Inspector Ruiz al habla, dígame.
-¿Mago?
-¿Ya está la nueva pócima?
-De acuerdo.
-Bien, voy a la burbuja, pero no vuelvas a experimentar sin que esté presente. No me gustaría que te quedases sin el otro brazo, o algo peor...

-¡Vaya mierda! (dejar pasar un rato, pensativo)

Aunque me hunda y entierre a mí mismo, solo deseo que esto acabe pronto...


Inspector Guerrero:





Me llamo Luis Manuel Guerrero Egea, pero todos, ABSOLUTAMENTE TODOS, me conocen como inspector Guerrero. Algunos: Verdugo.
Dicen que mi mal carácter y humor, a veces, sobrepasan los límites del ser humano, pero eso es porque no me han visto realmente enfadado. Sino, conocerían lo que es vivir en el verdadero infierno porque puedo llegar a ser peor que el mismísimo demonio.

No puedo creer que seres tan malignos y dañinos como los ladrones de almas tengan el poder de la inmortalidad en sus manos y lo malgasten de esa manera, asesinando a los débiles, a los que hay que limpiarles el culo porque no saben hacerlo por sí mismos...

¡¡MALDITOS SEAN!! ¡MISERABLES!
¡¿PERO QUÉ COJONES SE CREEN?!

Emperator... Tú tienes la clave, pero por mucho que te reveles contra los tuyos, sigues siendo un asesino.

¡IRÉ A POR TI!
¡ACABARÉ CONTIGO HASTA NO DEJAR NI LAS CENIZAS!



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SÍGUENOS LA PISTA EN: www.elladrondealmas.com

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viernes, 19 de septiembre de 2014

El deseo del amante, de María del Pino.

















Después de tanto tiempo sin escribir en mi blog, hoy pido perdón 
y lo hago con este escrito-relato-fragmento que antaño me inspiró
una bonita canción. Espero que os guste.



Se lo dedico a toda aquella persona
que ame sin ser correspondida.




     Quiero besarte los ojos sin que me duela el alma, amarte y gozar del placer más dulce junto a ti sin que luego me sepa amargo. Deseo buscarte en la noche sin sentirme un forajido, darte la mano en la mañana sin que se nos señale con el dedo. Anhelo beber el elixir de tus labios bajo la mirada de unos fuegos artificiales, reflejarme en tus ojos negros sin ver un monstruo, pero todo es imposible porque cuanto más lo ambiciono, más descubro que solo se trata del producto de un sueño efímero, efímero como un golpe de viento que pasa por mi vera en un segundo y al siguiente por el tuyo. Maldigo este amor sincero y no correspondido, este calor que arde en mis entrañas cuando te veo a su lado. Maldigo esta pasión que a su vez me hiela el corazón cuando no estás al mío. Suspiro de noche cuando te veo. Suspiro sin reproche, sin decirte "te quiero".
     Muero a causa de este amor sellado entre las cuatro paredes que nos guardan el secreto. Secreto que deja de serlo cuando estamos a solas, sin nadie alrededor. Ahí es cuando te tengo entre mis brazos aunque no me ames como a él. 
     Hiere. Me hiere el alma ser solo tu pasatiempo. Sin embargo, me llamas y caigo en el abismo del caos, de tus labios y besos. Caigo sin pensarlo, sin mirar cómo escupes en mis heridas y cómo escuecen cuando te vas, cuando silencio, cuando me trago el sentimiento, los celos que me inundan al verte con tu marido.
    Me desvelo pensando en ti, pero solo soy un esclavo de tus deseos. Un condenado a muerte por amarte. Maldigo el enamorarme de ti, de tu mirar... Y maldigo el corazón que me has arrebatado porque... aunque no lo sepas, yo a ti sí te amo.




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