NOTA: He de reconocer que es un poema (tal vez) difícil, oscuro, enrevesado, duro... Pero un día me dio por escribir "retorcidos" (así llamo yo a esos sentimientos agónicos que sin venir a cuento -ya que no son ni nuestros, sino de la inspiración-, nos invaden y poseen a los escritores y nos hacen sentir sensaciones extrañas, distintas). Va de una chica que no ve bien la realidad por culpa de una enfermedad mental. Aquí os lo dejo.
Escondida
Aquí
me hallo escondida,
por
dentro: deprimida.
Sudando,
llorando,
inundando
todo
con mi llanto
de
sucio espanto.
Escondida
de sus secuaces.
Ellos
parecen tenaces.
Me
quieren atrapar,
por
eso aquí me he de resguardar.
Incluso
han absorbido
y
rápidamente engullido
el
alma de mis allegados,
quienes
parecen estar errados.
Yo,
créanme que no fui
–por
más que digan por ahí–
la
que, machete en mano,
acabó
con otro humano.
Aunque
lo pareciera,
no
lo era.
Os
lo aseguro, os lo aseguro.
Bien
me lo decía un murmullo.
Simplemente
al mundo libré
de en sus garras sufrir,
de
bajo su aliento vivir...
¡Sí!
Yo lo maté.
Pero
no era un humano,
por
mucho que dijeran
que
era mi hermano.
Por
eso, aquí, escondida,
callada
y hundida,
permanezco
sin que nadie me pueda ver,
hasta
que me dejen sola otra vez.
Ya
no me podrán coger.
Estos
tabiques me han de proteger,
y
cuando el cemento diga de secar,
ya
nadie me podrá dañar.
María del Pino.
María del Pino.
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Por María del Pino.
Por María del Pino.
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