El ladrón de almas

El ladrón de almas

martes, 8 de enero de 2013

"Fuerza en la tormenta", relato breve de María del Pino.


A todos aquellas personas que
se despierten con un día tan malo.



     Escucho de fondo el batir de las olas arremetiendo con ahínco sobre mi cascarón. El fuerte oleaje y una llamada de aviso me despiertan para decirme que me encuentro en mitad de una tormenta huracanada. Por unos breves instantes el corazón se me encoge, pero... como la vida me ha cosido las heridas pasadas a base de tenaces golpes, reacciono pronto. La tempestad ruge fuerte tras la puerta y mi rabia interna hace que me levante de la cama como si el suelo estuviese más firme que nunca. Me despejo con rapidez. "Me necesitan en el timón", pienso mientras avanzo entre los escollos creados por la mano de algo superior a mí, algo que yo no he creado, ni domino. Amarro las velas para tomar orientación y no ir a la deriva, ato los cabos sueltos más pequeños para que no estorben y manejo mi timón contra viento y marea. "Esta tormenta no podrá conmigo. Al menos, hoy no...", me digo en silencio, enfrentándome a ella con calma y serenidad.
     Mientras todo se estabiliza en mitad de este insaciable caos, busco una solución, una reparación profunda hasta poder solventar el problema contra "el mal tiempo". Sin embargo, aunque yo consigo mantener mi barcaza a flote, por desgracia, contemplo como sucumben, ante las agitadas olas, los navíos de mi alrededor. Ellos no tienen la fortaleza de mi cascarón...
     Siento una enorme impotencia al ver como esos barcos, que naufragan extraviados sin un rumbo, se hunden en el mar, entre la incontrolable tormenta y los tiburones que se los pretenden tragar...


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Por María del Pino.